Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

I Corintios 3, 7-22

7 De modo que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios que
hace crecer.

8 Y el que planta y el que riega son una misma cosa; si bien cada cual
recibirá el salario según su propio trabajo,

9 ya que somos colaboradores de Dios y vosotros, campo de Dios,
edificación de Dios.

10 Conforme a la gracia de Dios que me fue dada, yo, como buen
arquitecto, puse el cimiento, y otro construye encima. ¡Mire cada cual cómo
construye!

11 Pues nadie puede poner otro cimiento que el ya puesto, Jesucristo.
12 Y si uno construye sobre este cimiento con oro, plata, piedras

preciosas, madera, heno, paja,

13 la obra de cada cual quedará al descubierto; la manifestará el Día,
que ha de revelarse por el fuego. Y la calidad de la obra de cada cual, la
probará el fuego.

14 Aquél, cuya obra, construida sobre el cimiento, resista, recibirá la
recompensa.

15 Mas aquél, cuya obra quede abrasada, sufrirá el daño. El, no
obstante, quedará a salvo, pero como quien pasa a través del fuego.

16 ¿No sabéis que sois santuario de Dios y que el Espíritu de Dios
habita en vosotros?

17 Si alguno destruye el santuario de Dios, Dios le destruirá a él;
porque el santuario de Dios es sagrado, y vosotros sois ese santuario.

18 ¡Nadie se engañe! Si alguno entre vosotros se cree sabio según este
mundo, hágase necio, para llegar a ser sabio;


19 pues la sabiduría de este mundo es necedad a los ojos de Dios. En
efecto, dice la Escritura: = El que prende a los sabios en su propia astucia.

=

20 Y también: = El Señor conoce cuán vanos son los pensamientos =
de los sabios.

21 Así que, no se gloríe nadie en los hombres, pues todo es vuestro:

22 ya sea Pablo, Apolo, Cefas, el mundo, la vida, la muerte, el
presente, el futuro, todo es vuestro;